QUITO SEGURO
Ubicación: Quito, Ecuador
Programa: Concurso / Resiliencia urbana, gestión de riesgos, reforzamiento estructural
Año: 2018
Premio: Segundo premio / CAF Banco de Desarrollo de América Latina, 5to Concurso de Desarrollo Urbano e Inclusión Social
Colaboradores: Diego Salazar
Imágenes: Squarevoxel
Prensa: CAF, Arquine, El Comercio, La Hora
A raíz del terremoto de 2016 en Ecuador, se generó debate sobre la capacidad resiliente de las ciudades del país. En Quito, 65% de las edificaciones son informales y 1,4 millones de personas las habitan, implicando un riesgo para sus vidas. En caso de desastre, la reconstrucción en la ciudad supondría un costo de USD 10 mil millones. No hay una estrategia de gestión de riesgos integral ni una cultura preventiva frente a estas amenazas.
La propuesta presentada por URLO Studio y Diego Salazar al 5to Concurso de Desarrollo Urbano e Inclusión Social de la CAF quedó segunda entre 238 propuestas provenientes de 14 países de América Latina, convirtiéndola en la primera propuesta ecuatoriana en ganar la competencia. El equipo propuso un modelo de gestión de riesgos que a la vez sirve de catalizador para el desarrollo urbano sostenible en barrios vulnerables, basando el proyecto en el barrio La Roldós.
Diagnóstico
Debido a sus condiciones geodinámicas, geomorfológicas, hidrometeorológicas y antrópicas, los elementos constitutivos de Quito están expuestos a amenazas volcánicas, sísmicas, deslizamientos, inundaciones, incendios, accidentes de tránsito y negligencia constructiva. Existen 3,8 millones de viviendas informales en Ecuador y 13 millones de personas en riesgo.
En este concurso, nos enfocamos en los asentamientos informales de la ciudad, específicamente en el barrio de La Roldos. El barrio surgió como asentamiento informal en 1930, poblándose rápidamente en los años 80. Recibió servicios básicos en los 90 y equipamientos a principios de los 2000. Mediante un diagnóstico integral, evidenciamos que La Roldós es muy vulnerable a sismos. Abordamos este tema como eje articulador y proponemos proyectos de reforzamiento estructural y espacios públicos con doble función.
concepto
Nuestra propuesta incluye un modelo de gestión de riesgos que sirve a la vez de catalizador para el desarrollo urbano sostenible en barrios vulnerables. El objetivo es implementar un plan de gestión de riesgos que i) salve vidas, ii) mitigue la crisis de los sistemas naturales/antrópicos y iii) actúe como catalizador de mejoras urbanas y sociales del barrio.
Para emergencias, contemplamos acciones desde lo privado a lo público, incluyendo rutas de evacuación, reforzamiento estructural de viviendas existentes, construcción de vivienda social, regeneración de vías, espacio público y equipamientos, y puntos de encuentro y refugio.
En el ámbito cotidiano, aprovechamos estos elementos para densificar y reorganizar las manzanas, generar usos mixtos de suelo que incluyan comercio, un polideportivo, corredores verdes, recuperación de quebradas, puntos de encuentro comunitario, arte y huertos urbanos, dinamizando así el contexto socioeconómico.
refuerzo de estructuras
Planteamos una revisión y clasificación técnica de viviendas en la que se establecen tres tipos de estados e intervenciones en las viviendas existentes:
i) Las viviendas en buen estado se mantienen
ii) Las viviendas que tienen problemas estructurales se refuerzan
iii) Las viviendas que son demasiado precarias se reemplazan por nuevas.
Proponemos implementar técnicas de reforzamiento acorde con cada una de las viviendas; por ejemplo, un refuerzo de encamisado metálico y tirantes diagonales.
vivienda nueva
Proponemos reducir el déficit habitacional con nueva vivienda. Enfocamos el diseño participativo en las necesidades de los residentes, considerando elementos que favorezcan a mujeres, niños, adultos mayores y discapacitados. Contemplamos bajos comerciales conectados a las viviendas en planta baja para dinamizar el espacio público y la economía barrial. Además, aprovechamos los patios internos para implementar huertos urbanos, generando ingresos, empleo y constituyéndose en una opción de uso de tiempo libre para grupos vulnerables.
Rutas de evacuación y regeneración vial
Dentro de plan, concebimos rutas de evacuación en las calles principales y secundarias. La regeneración de vías facilita el acceso al barrio en caso de emergencia, y el acceso a sitios seguros. Las vías también ayudan a conectar el barrio con otras zonas de la ciudad, contribuyendo al intercambio económico y encuentros sociales.
Planteamos ensanchar las aceras en las vías principales, incorporar arbolado, equipamientos, un doble carril vehicular en los sectores más consolidados, y la peatonalización de las vías secundarias y menos transitadas.
Puntos de encuentro
En nuestra propuesta se implementan espacios públicos de calidad, ayudando a reforzar el tejido social y económico de La Roldós. Estos espacios, que incorporan murales y arte urbano para que sean fácilmente identificados, tienen un sistema de alerta temprana y son lugares donde se realizan simulacros para eventuales terremotos. En caso de una emergencia real, las vías de evacuación señalizadas llevan a estos lugares que sirven de puntos de encuentro, donde también se puede administrar ayuda de primeros auxilios y refugio temporal.
Sitios de refugio
Conceptualizamos equipamientos que fungen como sitios de refugio. Los equipamientos sirven como espacios de reunión y educación en el día a día. En estas instalaciones se imparten talleres que promocionan la cohesión social y fortalecen el talento humano, traduciéndose en menores niveles de consumo de drogas, deserción escolar y crimen. En caso de emergencia, estos equipamientos y el espacio público a su alrededor, están adecuados con cocina, baños, espacios para albergar a damnificados, y un generador eléctrico para servir a la población y a los cuerpos de rescate.
Reestructuración de manzanas
Proponemos la reestructuración de las manzanas para dotar al barrio de vivienda y redistribuir los espacios públicos y equipamientos. Repartimos el barrio en 12 sectores compuestos por supermanzanas compuestas de nueve manzanas. Cada supermanzana alberga una plaza y equipamiento, formando un entramado continuo de espacios públicos.
Este esquema consolida el uso mixto del suelo, promueve la cohesión social, genera sinergias económicas, y mejora la accesibilidad a servicios y equipamientos. Esta configuración ayuda a mejorar la percepción de seguridad ante amenazas naturales y antrópicas, ya que organiza el espacio y garantiza que el barrio cuente con más espacios abiertos.
Impacto
El proyecto contribuye a salvar vidas frente a amenazas y como catalizador de dinámicas socioeconómicas. El proyecto es replicable en todos los barrios de Latinoamérica; en Ecuador beneficiaría a 13,2 millones de personas (80% población).
El reforzamiento de estructuras supone adecuaciones de bajo impacto monetario, traduciéndose en un ahorro estimado para Quito de USD 10 mil millones. La mejora estructural posibilita la legalización y revalorizan el inmueble en 50%, haciendo que los propietarios se incorporen al sistema financiero. Además, hay un retorno municipal vía impuesto predial.
Las intervenciones físicas impactan positivamente en la dignidad, seguridad e identidad comunitaria. Se genera empleo local directo debido a la construcción de los componentes físicos.