que te vaya bien y te recoja el tren
Ubicación: Quito, Ecuador
Programa: Concurso / Planificación urbana, residuos sólidos
Año: 2018
Premio: Primer premio / Concurso de Ideas Eje Articulador Sur de Quito, Instituto Metropolitano de Planificación Urbana (IMPU), Alcaldía de Quito
Colaboradores: Camila Coronel, Erika Andrade
Fotografía: IMPU
El objetivo de este concurso era potenciar la línea férrea que recorre el sur de Quito, y al mismo tiempo, generar microcentralidades conectadas por el tren que contengan espacios públicos, equipamientos, comercio, vivienda, y medios de transporte coherente y sostenible.
En nuestra propuesta, desarrollamos fases por escalas de intervención, mismas que articulamos a su vez con las fases del proceso de gestión de residuos sólidos urbanos. Contemplamos acciones que van desde la escala humana hasta la escala urbana y abarcando desde el ámbito privado hasta la gestión pública.
Diagnóstico
Analizamos la traza urbana, la organización del suelo, los espacios públicos y equipamientos, las dinámicas socioeconómicas, y la movilidad de ocho microcentralidades urbanas del sur de Quito. Además, estudiamos las fases del sistema de gestión de residuos, siendo estas las de generación, separación, transporte, tratamiento, y disposición final.
En el DMQ se producen en promedio 2.037 toneladas de residuos sólidos al día, y la generación per cápita alcanza alrededor de 0,842 kg/hab/día. El sistema de recolección atiende al 95% de la ciudad, de los cuales un gran aporte (entre 13% y 22%) es gestionado por recicladores de base, en su mayoría mujeres. De las 754 mil toneladas de residuos depositadas en el relleno, solo se logra reciclar el 1,6%.
concepto
Solamente 18% de los residuos son aprovechados y reincorporados en la economía del distrito capitalino. Al mejorar los índices de aprovechamiento, se pueden articular adecuadamente medidas sociales y económicas para la transición hacia una economía circular.
Una gestión circular de residuos sólidos busca reincorporar material aprovechable de vuelta en los procesos productivos. Así, el ciclo de vida de los productos no termina con la disposición en rellenos sanitarios. Para un modelo circular es necesario contar con infraestructura y tecnología necesarias para dar una nueva vida a plásticos, celulosas, vidrio, metales y otros materiales aprovechables.
El modelo circular requiere esfuerzos para articular a los actores asociados a la gestión integral, incluyendo el gobierno local, las empresas de aseo, las asociaciones de recicladores y la ciudadanía.
Por motivos estratégicos de planificación urbana, vinculamos las escalas urbanas con las fases del proceso de gestión de residuos sólidos urbanos para articular las propuesta de una manera estructurada. Relacionamos entonces i) la fase de generación y separación de residuos con la escala humana, ii) la fase recolección con la escala barrial, iii) la fase de transferencia y transporte con la escala interbarrial, y iv) la fase de transformación y tratamiento con la escala ciudad.
Generación y separación de residuos: la escala humana, de la casa a la calle
Enfocamos la fase de generación y separación de residuos en el punto de partida de la intervención; es decir, la vivienda. Proponemos intervenciones desde la escala humana hasta la calle, incluyendo separación en origen, adecuación/construcción de vivienda, talleres de capacitación de manejo de residuos, y la reestructuración de manzanas y la trama urbana.
Aumentamos la densificación para generar una mayor vitalidad en las calles, consiguiendo así un barrio más seguro, optimizando recursos y procesos, consolidando los tejidos comerciales, y reduciendo los desplazamientos.
Proponemos un modelo de manzana semi-abierta que garantiza la calidad habitacional de las viviendas, y crea un patio interno que contiene zonas verdes, huertos urbanos y áreas de compostaje, contribuyendo así a la mejora del paisaje y seguridad alimentaria.
Recolección de residuos: la escala barrial, el equipamiento y la plaza
Vinculamos la fase de recolección de residuos a la escala barrial con el objetivo de disminuir trayectos, y generar un modelo descentralizado eficiente en la gestión de residuos y en la generación de empleo.
Estructuramos las nuevas microcentralidades con una lógica viaria que promueve la continuidad del tejido urbano y la promoción del uso mixto del suelo. Fomentamos el uso mixto en la planta baja, destinándola a uso comercial y terciario. La morfología urbana derivada de esta trama casa con la propuesta de manzanas explicada anteriormente, aprovechando los vacíos urbanos y unificando lotes para generar espacios de mayor calidad y densidad.
Integramos un sistema de plazas a escala barrial en la trama urbana, complementándolo con un equipamiento público que dinamice el corazón del barrio. Así, incorporamos en los nuevos equipamientos un doble uso de la infraestructura, en la que adecuamos una Casa Somos en la parte superior y enterramos un Centro de Educación y Gestión Ambiental (CEGAM) para la separación y clasificación tecnificada de los residuos, favoreciendo la optimización de las rutas de recolección.
Transferencia y transporte de residuos: escala interbarrial, conectar y reactivar
Asociamos la fase de transferencia y transporte a la escala interbarrial con el objetivo de conectar y reactivar los espacios públicos.
Potenciamos las conexiones interbarriales por medio de la construcción de puentes que conecten los barrios de la ciudad. Entrelazamos la red de quebradas con los espacios verdes para generar conexiones interbarriales y dinamizar las actividades físicas y sociales.
Aprovechamos el tren existente como eje vertebrador del sistema de microcentralidades, adaptándolo con un triple enfoque: transporte turístico, de pasajeros y de residuos. Gracias a la compatibilidad horaria de los distintos usos, el transporte de pasajeros y turismo se efectúa en horario diurno y el transporte de residuos en horario nocturno.
Transformación y tratamiento de residuos: la escala ciudad, dinamismo económico y espacio verde
Concatenamos la fase de transformación y tratamiento de residuos con la escala ciudad para generar dinamismo económico y consolidar la red de espacios verdes. Para fortalecer y complementar la red de polígonos industriales existente, proponemos la construcción de cinco plantas de tratamiento de residuos, todas ellas conectadas al eje ferroviario.
En función de los nodos de movilidad conectados por el ferrocarril, instalamos estratégicamente varios equipamientos escala ciudad, incluidos una escombrera municipal, compostera de materiales orgánicos, planta recicladora de plásticos, una recicladora de papel y cartón, y una planta de generación de energía. Todos estos equipamientos tienen una doble función, enfocada en el espacio público y la gestión de residuos.
Por ejemplo, con el objetivo de no estigmatizar los residuos, la planta de tratamiento de papel y cartón actúa a su vez como un lugar de encuentro para eventos culturales de gran escala en la parte superior. El edificio fomenta la integración del paisaje sobre el mismo, generando una gran pradera urbana que se conecta directamente con la red de quebradas.
Impacto
Con esta propuesta, beneficiamos a 374,8 mil personas (14% de la población de Quito). Además, enfatizamos la importancia de espacios públicos de calidad, añadiendo 30 espacio públicos, 57 plazas barriales, 85 nuevos parques, 166 huertos urbanos, y 40,65 ha de quebradas recuperadas.
Finalmente, proyectamos un área edificada de 3,38 millones de m2 de construcción, de los cuales 55% se destinan a vivienda, 20% a comercio, 15% a equipamiento, y 10% al uso terciario.
Con esto, estimamos generar 16,3 mil viviendas, 3,8 mil nuevas oficinas y 18,6 mil nuevos empleos.